El exécntrico Bobby Fischer

Hombre huraño si los hay, ese fue sin dudas

Bobby Fisher

, el primer

campeón mundial norteamericano

de Ajedrez. Tan conocido por su habilidad y osadía, como por su comportamiento y excentricidades.

Nació en Chicago, Estados Unidos en 1943, y fue un niño prodigio. A tal punto que ya competía a la edad de 8 años, y a los 13 se convirtió en el campeón estadounidense juvenil. Llegó a obtener el título de gran maestro internacional, con sólo 15 años.

Bobby Fischer no sólo fue reconocido por su talento en el Ajedrez, sino por su comportamiento imprevisible y caprichoso. Ganó fama y se convirtió en héroe al vencer al campeón mundial soviético Boris Spassky, en 1972.

Era admirado por su desempeño y destreza, pero ganó antipatía por su carácter. Era común en él llegar tarde a los campeonatos, o levantarse de la mesa si algo lo molestaba. Si las condiciones no eran óptimas según su criterio, se negaba a jugar. Todo un genio, pero con los conflictos que van de la mano la mayoría de las veces.

Fisher falleció en el año 2008 a causa de una insuficiencia renal, luego de una prolongada enfermedad. Quedan en la historia muchas de sus controversiales frases, como “No juego el viejo ajedrez, pero evidentemente, si lo hiciera, yo sería el mejor”.

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