La ventaja en el ajedrez
El
ajedrez
se puede comparar como una batalla entre dos reinos, en este caso el reino de las blancas contra el reino de las negras y, quien obtenga ventaja sobre el otro tendrá cierta posibilidad de obtener la victoria. No obstante, no siempre es así y dependerá de la
.
Toda competencia no comienza con una victoria absoluta, ésta se alcanzará mediante una serie de pasos a favor a través de la ventaja. Al iniciar una partida de ajedrez ambos jugadores tiene las mismas opciones. Y si bien es cierto que el principal objetivo es hacer un jaque mate al rey, su primera prioridad es la de ganar ventaja sobre su oponente. No necesariamente el que comienza el juego de ajedrez llega a tener ventaja sobre su oponente, usted tiene que crearlo por su propia cuenta o, aprovechando las debilidades de su oponente.
Una vez que haya obtenido cierta ventaja en el juego, usted se verá en la obligación de atacar (al menos esto es lo que se espera). Atacando usted podrá ganar superioridad e incluso afectar emocionalmente a su oponente. Pero, como opción, usted también puede omitir el ataque para crear, si es posible, más ventaja sobre su oponente y obtener así, un doble ataque.
Por otro lado, una ventaja no durará por siempre, por lo que usted puede buscar transformar la ventaja actual (temporal) en otra más extensa que le permita literalmente “castigar a su oponente” en sus zonas más débiles y atacar en la zona del rey. Recuerde, es bueno arriesgarse pero, sea prudente a la vez.
Una ventaja en el ajedrez mal aprovechada puede costarle caro (captura de piezas) y depende de su experiencia acumulada el saber qué hacer con cada ventaja obtenida.
Foto: Javier Sabogal
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